Históricamente la rivalidad entre Atlético Nacional y el Deportivo Independiente Medellín ha sido muy cambiante, antes era sólo deportiva e incluso ambas hinchadas se apoyaban, es más, ambos fueron un mismo equipo en 1958 cuando surgió el proyecto denominado Independiente Nacional, cuya unión era justificada desde una humilde natillera constituida por futbolistas de ambos equipos. Cuando el verde paisa ganó la Libertadores de 1989 muchos hinchas del rojo de la montaña la celebraron como si fuera suya; no obstante, con el nacimiento de las BARRAS LDS del verdolaga y RXN del escarlata surgió una nueva rivalidad de carácter extremista, como intento de imitación de la hostilidad que hay entre sectores radicales de diversas hinchadas en el Mundo, desde entonces se volvió una moda subestimar los logros ajenos y burlarse del rival de plaza, al igual que de otros contrincantes que son tradicionales en el Fútbol Profesional Colombiano, hasta ahí es pasable; pero el problema es cuando se desdeñan las amistades por un debate mal fundamentado o incluso cuando se llega al extremo de usar la violencia física y verbal para agredir al hincha del oponente.
Ahora, es entendible que diversos hinchas molesten cuando su archirrival pierde, esta situación se da en muchos países; pero es muy curioso que algunos dirigentes del DIM se presten para estas bromas, como se percibe en la imagen adjunta, la motivación principal para ganar la sexta estrella era dejar "verdes de la envidia" a su vecino; pero les salió el tiro por la culata, porque en los 180 minutos contra Santa Fe perdieron la estrella sexta, el Cupo a la Copa Libertadores y la posibilidad de ir a la Copa Sudamericana.
En dicho sentido, es respetable que se sintieran "felices y contentos" por haber salido de la zona de descenso, por volver a una Final tras dos años, por solucionar algunos problemas económicos, por recuperar hasta cierto punto la credibilidad de la hinchada, por ser pioneros en mercadeo con la campaña TODOS EN UNO y por haber logrado un récord de asistencia en los torneos cortos del FPC; pero en lo deportivo les faltó un centavo para el peso, porque de los últimos 15 puntos que disputaron sólo ganaron 3, dado que empataron con las Águilas en Pereira; empataron con Tolima en el Atanasio Girardot; perdieron con el Cali en el Pascual Guerrero, luego cayeron con Santa Fe en el Atanasio y, por último, empataron con los cardenales en el Campín, sólo les faltó un punto para ir por lo menos a la Sudamericana y así quitarle el Cupo al Junior de Barranquilla que hace rato estaba eliminado; sin embargo, no pudieron lograrlo pese al triunfalismo de muchos hinchas escarlatas y así nació un festival de las excusas: qué Medellín se le vendió a Santa Fe, qué fue culpa del árbitro, qué es culpa de Postobón, qué son hinchas de sentimiento y no de Copas, bla, bla, bla. Hay que ser buenos perdedores y ser autocríticos; por ejemplo, ¿por qué se fallaron tantas opciones de gol? ¿Qué errores defensivos posibilitaron los goles de Santa Fe? ¿Qué méritos tuvo el contrincante?
Por lo anterior, el Medellín debe seguir luchando por su proyecto deportivo y mercantil, no para dejar "verdes de la envidia" a los de Nacional, sino por construir su grandeza desde sus logros y no por las derrotas de otros. Hernán Torres le devolvió la fe a la hinchada del Medellín, porque los sacó del descenso y los puso a pelear un título tras dos años, por eso es pertinente que lo sigan apoyando y le traigan buenos refuerzos, porque esa campaña de mercadeo de TODOS EN UNO sólo sería totalmente exitosa cuando se redondee con la sexta estrella y con participaciones en Copas Internacionales.
Finalmente, reconozco que mis alegrías no dependen de las derrotas del vecino, por fortuna me ha tocado ver a mi Atlético Nacional levantar 18 Copas de las 22 que tiene en su palmarés, por eso he tenido tanta felicidad que no necesito ser amargo, además no me alegra el título de Santa Fe, porque -en mi opinión- el cuadro cardenal no fue superior ni a Nacional, ni a Medellín; pero fue más eficaz que ambos, razón por la cual ganó el título en franca lid. En última instancia, felicito a Santa Fe y a Medellín por la buena campaña; pero igual felicito al verde paisa por su título del 2014-I, por quedar entre los 8 mejores de la Libertadores, por ser el segundo mejor de la Sudamericana entre 47 equipos y por tantas alegrías que no se reducen a los campeonatos. Se viene el 2015 y todos "estamos felices y contentos", como dice Eduardo Silva Meluk, porque cada año nuevo permite que surja una ilusión más de alcanzar la gloria .
Cordialmente, Wilmer Alberto Zuleta
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