¿Cómo lo expreso para que no suene como a que estoy completamente loca?, IMPOSIBLE, digo, locos estamos todos con algo que es tan grande que no lo podemos palpar, es tan enorme que sólo se puede sentir con el alma, entonces sí, completamente loca con ansias enormes de escribir una historia más entre las tantas de nuestro equipo del alma, una de aquellas que se escribe muy pocas veces y que quisiéramos contarle a las generaciones futuras; pero ojo, es sólo un paso más, sólo eso, porque faltan días de ansiedad, noches de desvelo pensando en el anhelado momento, de esas cosas que sólo te causa el fútbol, o más bien, QUE SÓLO TE CAUSA TU EQUIPO DEL ALMA.
En un costado del ring se encuentra Independiente del Valle, un equipo joven, pero con hambre de gloria, capaz de eliminar a Pumas de México, River Plate, el actual campeón y Boca Juniors que iba por su séptima Libertadores; todo en una misma Copa, convirtiéndose en el equipo revelación y llegando así por primera vez a la final de la Copa Libertadores, NO SUBESTIMAR, no hay rival fácil ni pequeño en la Copa y menos cuándo hay más hambre de gloria que otra cosa.
Al otro costado Atlético Nacional, con una participación que superó expectativas, le ganó a Uruguayos, Argentinos y Brasileros, todos en la misma Copa, remontando un partido al último minuto, ganándole a Sao Paulo con 2 goles de ventaja en el Morumbí que siempre promete ser un infierno y con una hinchada que convierte su estadio en una verdadera caldera, que, sin ser la Bombonera, o el Monumental, es capaz de empujar a su gente con una pasión que brota del alma.
Eso nos espera, una final con 22 guerreros que quieren conquistar el continente, una final que promete buen fútbol y que aquel que no tenga el corazón comprometido va a disfrutar, porque nosotros, los afortunados de tener a nuestro equipo en la FINAL DEL TORNEO MÁS IMPORTANTE DEL CONTINENTE, vamos a pasar cada día pensando en ¿cómo va ser?, ¿cómo vamos a recibir a nuestro equipo en casa?, ¿qué hago, qué vendo para ir a Ecuador?, esperando que pasen los eternos días para vivir 180 minutos que pueden parecer 5 minutos o pueden parecer una eternidad, eso es la final de la Copa Libertadores, porque si la semifinal era bienvenida, era expectante, la final es recibida con brazo abiertos y valentía y no es sólo expectante, es enloquecedora, y como locos (en el buen sentido) la vamos a vivir.
VAMOS QUE VAMOS NACIONAL, QUEREMOS LA GLORIA CONTINENTAL!
Por: @marjhan_r
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